A mi padre...

miércoles, 19 de marzo de 2014

Hoy volvería a acompañar los acordes de tu guitarra, tarareando las canciones que me enseñaste, para intentar de una vez, acabar esa estrofa que de forma recurrente vuelvo a enlazar con el estribillo; o me quedaría acurrucada a tu lado, bajo la manta en el sofá, como solíamos hacer antes, para ver una película aunque fuera del Oeste... Hoy simplemente me gustaría descolgar el teléfono y escuchar tu voz.

Como cada mañana el espejo me ha devuelto tu mirada a través de mis ojos, porque soy parte de ti y en ellos conservo tu forma de ver y mirar la vida. Mis raíces, la persona que me conecta con el origen de todo y mis primeros recuerdos, ese eres tú papá.




Ahora, nombrarte es acariciar la emoción de sentirme en casa, de volver a ser tu niña, de sentirme protegida y segura a tu lado. ¡Te diría tantas y tantas cosas! Pero creo que podré resumirlo en un sólo párrafo:

Después de ahogarme de impotencia y callar las ganas de gritar, después de enfadarme con el mundo, hoy me queda y celebro el tiempo que compartimos juntos y el mejor regalo que me has dado, el significado de la palabra "Papá", que hace que ahora te eche tanto de menos.Todo lo que me has enseñado y todo el amor que me has dado continúan y continuarán siempre respirando en cada célula de mi cuerpo, porque soy la huella que dejaste en este mundo, porque siempre existirás en mí, hasta que tu memoria se apague, un día, conmigo.

Te quiero.


Valentina 

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