Cuando llega un segundo bebé es inevitable dirigir la mirada al hermano mayor como el príncipe destronado y pensar en los celos que puede derivar la nueva situación familiar.
Nachete es demasiado pequeño para entender lo que son los celos, no tiene maldad alguna, únicamente el puro espíritu de supervivencia que surge cuando requiere algo de mí y estoy ocupada con "el peque menudo", sólo entonces manda a su hermano "a dormir".
Nachete quiere a su nuevo hermanito con locura y le trata con un cariño que me enternece locamente. Él no se siente como un príncipe destronado, en cambio, yo sí que tengo la sensación de haberle destronado de la categoría de "nuestro bebé", porque con la llegada del "peque menudo" ha pasado de bebé a niño.
Nachete quiere a su nuevo hermanito con locura y le trata con un cariño que me enternece locamente. Él no se siente como un príncipe destronado, en cambio, yo sí que tengo la sensación de haberle destronado de la categoría de "nuestro bebé", porque con la llegada del "peque menudo" ha pasado de bebé a niño.
¿Las razones? supongo que sus dos años recién cumplidos han tenido bastante que ver y porque sus padres, en comparación con su hermano, le percibimos como mucho más mayor. Nosotros le hemos hecho crecer casi de golpe en el último mes.
Le miro y me cuesta verle como nuestro bebé delicado, porque ahora existe un ser mucho más indefenso que él y porque ha dejado de ser el único...Ahora su número 23 de pie ha pasado de pequeño a grande, veo sus pañales inmensos ¡y no digamos su ropa! Su hasta nada cuerpecito se ha convertido en el de un niño.
En apenas unos días ha comenzado a decir frases y a expresarse con más claridad, cada día aprende más palabras nuevas. De hecho, ya hemos podido mantener nuestras primeras conversaciones. Cómo si le hubieran quitado una venda de los ojos, ahora comprende y es más consciente de todo lo que sucede a su alrededor.Ya no es el bebé ingenuo de antes al que engañaba como podía para ir a dormir, ahora se rebela porque conoce nuestras rutinas. Su forma de jugar también es diferente, se entretiene más él sólo y su psicomotricidad está mucho más desarrollada. Establece relaciones de conceptos y razonamientos más maduros, cada día consigue sorprenderme con algo nuevo.
Nachete ha comenzado una nueva etapa casi sin darme cuenta. El tiempo pasa muy rápido y con la llegada del "peque menudo" todo parece haberse precipitado, me da penita pero el bebé Nachete se me está haciendo mayor y no quiero.
Tanto desarrollo condensado en 24 meses me supera.
TE QUIERO...
Valentina ♥