Cuando de tres pasamos a ser cuatro...

jueves, 8 de octubre de 2015

A vosotros papás que os estáis preguntando qué os deparará vuestro segundo retoño, a vosotros indecisos que no sabéis si encargar de nuevo a la cigüeña otro regalito y a aquellos que un día se dejaron seducir de forma un tanto inconsciente (éste fue mi caso) por la idea de ampliar la familia pronto, muy pronto. ¡Qué narices! o se hace o no se hace...pero una vez que las huellas de esta decisión son más que evidentes en mi vida, a todos vosotros, os dedico, desde el cariño, mi experiencia...cuando de tres pasamos a ser cuatro.

Dos bebés, 23 meses de diferencia, una madre, un padre. La talla 18-24 compartiendo armario con la talla 0m, 3m, 6m y 9m. Dos números de pañales en el cambiador, orinales y triciclos conviviendo con hamaquitas y mantas de juego. Un cuco, una sillita y mi patín X Ryder 2. Leche y papillas que regresan en un déjà vu, junto con las noches sin dormir del tirón. Mi maternidad doble se traduce en los 9 meses más intensos de mi vida, porque si el primer hijo te cambia la vida, con el segundo tus niños se apropian directamente de ella.

Muchos pensaréis que la experiencia os facilitará las cosas...efectivamente será de gran ayuda en el terreno conquistado;  lo que desconocéis es la cantidad de cosas que vais descubrir con vuestro segundo vástago y que no tuvisteis la oportunidad de vivir con el primero. Tener experiencia os ayudará en la parte operativa, pero para la toma de decisiones estratégicas, en muchas ocasiones volveréis a ser papás primerizos. No cabe duda de que a estas alturas domináis el cambio de pañal
¡ genial! ese tiempo vale oro y lo vais a necesitar ;) ¿Que  dormir a un bebé no tiene misterio para vosotros? estupendo, porque ahora tendréis que dormir a dos ;)

Con el segundo dejamos las contemplaciones y nos volvemos más prácticos. De hecho muchos de los "problemas" que creísteis tener con el primero, se esfumarán con el segundo. No entiendo por qué me agobiaba tanto porque el niño no se durmiera a las nueve o porque un día vomitara (veía fantasmas donde no existían). En cambio aparecerán otros: los celos o los ataques excesivos de amor del hermano mayor.

¿Agobiados con uno? ¿Sentís que no tenéis tiempo ni para leer una revista o daros una ducha tranquilamente? pues esto sólo acaba de empezar, porque si vuestro tiempo de ocio depende de las necesidades de un niño, pronto pasará a depender de las necesidades de dos niños...y creédme que pocas veces se ponen de acuerdo ¡que duerman la siesta a la vez es ya un triunfo!

También os digo que la cosa va in crescendo, la naturaleza es sabia y permite que vayamos adaptándonos a la nueva situación poco a poco. Al principio el segundo solo requerirá dormir y comer, para cuando empiece a gatear estaréis en la categoría senior, y para cuando ande...para qué pensar...de todo se sale!!!!

¿Salir de casa con un niño os resulta complicado? con dos tendréis que recurrir a la experiencia de la que hablábamos al principio para ser capaces de lavarles, peinarles, ponerles el abrigo, los zapatos, sentarles en el carrito y llenar la bolsa de paseo con todo lo necesario para los dos. Dos mudas, dos comidas, el chupete de uno, el muñeco del otro...

¿Tiempo libre? ¿aburrimiento? ¿relax? ya no existen en mi vocabulario. A partir de ahora siempre tendréis algo que hacer, y cuando digo siempre, es siempre. Tendréis que aprender a desconectar y a admitir que es imposible llegar a todo. Habrá muchos días en los que no tendréis ni siquiera un minuto para sentaros en el sofá. El trabajo, las comidas, las meriendas, visitas al pediatra, baños, juegos, paseos, jugar en el parque...¡Qué el ritmo no pare! yo me canto a mi misma y me retroalimento...Días intensos dónde los haya, que comienzan muy temprano y acaban demasiado tarde. Jamás había tardado tan poco tiempo en quedarme dormida por la noche, me acuesto, media vuelta y de cabeza a los brazos de Morfeo. Tema dominado.

Aprenderéis a exprimir las horas al máximo, lo que podéis hacer en una hora ¿por qué hacerlo en dos? Los días se aprovechan más rascando todos los minutos posibles al tiempo...Me he reprogramado y optimizo todos mis movimientos. Si voy a la cocina a beber un vaso de agua aprovecho el paseo para recoger la ropa o los juguetes que estén desordenados, al más puro estilo "coche escoba", ni un solo paseito en balde por la casa.

Otra habilidad que terminaréis de consolidar (porque se comienza a desarrollar con el primero) es la capacidad de hacer dos y tres cosas al mismo tiempo. Cenas a la vez, baños a la vez, mil ojos puestos a la vez... Al principio será un pelín duro...pero con práctica, ganas y tesón, alucinaréis de todo lo que vais a ser capaces de hacer. De hecho, ahora con dos he conseguido mejorar marcas, son las 21.30 y ya están dormidos. ¡¡¡Supervivencia!!!!

Concluyendo, que os espera una de las etapas más intensas y sacrificadas de vuestra vida, con sus alegrías y sus sinsabores, en la que se os va a exigir el todo. ¿Y a cambio de qué? de crear una familia. De verles crecer felices, reír juntos y jugar juntos. De ver cómo se dan la mano y cómo se abrazan. A cambio de ese "te quiero mucho mamá". Porque ser padres es la mayor locura que puede hacerse por amor.


Vamos, que hasta me estoy planteando ir a por el tercero. ¿Vosotras que opináis? ¿Os plantáis con dos? ¿Preferís quedaros con uno? ¿Cómo encaráis la llegada del segundo?


Valentina 

Si te gusta lo que lees suscríbete al país menudo para recibir los post por email, además de contenidos exclusivos, promociones de todo lo que nos gusta y la posibilidad de participar en los sorteos menudos que están por llegar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario