Ser mamá significa el antes y el después. Desde el mismo momento en el que se marca la rayita nada será igual, ya no estás sola, nunca estarás sola y esa percepción de ser individual dejará de existir para siempre. Ahora todo lo organizas, todo lo decides, todo lo disfrutas pensando en ellos, todo lo que les hace reír, te hace feliz a ti, todo lo que les duele, te duele todavía más a ti.
Nos convertimos en una versión mejorada de nosotras mismas, a pesar de que las inseguridades, las noches en vela, el mal humor, la falta de tiempo o esa coleta de la que parece imposible desprenderse puedan hacerte pensar lo contrario.
Hace tres años me estrené como madre y en estos meses he tenido la oportunidad de probarme y conocer hasta dónde realmente pueden llegar mis capacidades. "Mi yo mamá" me ha enseñado a quererme mucho más, porque resulta imposible no quererse cuando significas tantísimo para ellos :)