Hoteles para familias: Iberostar Pinos Park en Mallorca

miércoles, 6 de septiembre de 2017



Retomo el blog después de las vacaciones de verano con muchas ganas de contaros la experiencia del país menudo en nuestro hotel en Mallorca.

Me encanta buscar y comparar hoteles, soy de las que mira y remira porque disfruto con el proceso en sí mismo de organizar las vacaciones. Este año nos apetecía cambiar de aires, pero buscábamos un destino que no estuviera demasiado lejos para ir con los niños, por eso escogimos Mallorca, ya que el vuelo desde Madrid es de apenas una hora.

Nos hospedamos en el hotel Iberostar Pinos Park, situado en Capdepera, un pueblecito con mucho encanto, en el extremo oriental de la isla de Mallorca.

   Paseo alrededor del hotel
Las premisas para encontrar nuestro hotel eran claras:
1. Primera línea de la playa.
2. Zonas infantiles y clubes adaptados para la edad de nuestros hijos (2 y 4 años).
3. Piscinas para niños con zonas verdes.
4. Habitación familiar amplia y fundamental ¡con microondas!
Y lo cierto es que ha superado incluso nuestras expectativas. 

    Imagen

El entorno en el que se sitúa el hotel es precioso. A dos minutos de la playa de Font de Sa Cala y a cinco minutos de una bonita cala a la que se accede a través de un agradable paseo bordeando el hotel. Además, junto al hotel se sitúan dos embarcaderos para hacer submarinismo o dar un paseo por  la costa.

Es un hotel de dos plantas que no cuenta con un número excesivo de habitaciones, lo que hace que no se produzcan masificaciones. Nos hospedamos en agosto y en ningún momento tuvimos sensación de agobio por este motivo. Al revés, es un hotel muy tranquilo, a pesar de que está destinado a familias. Esto es un punto a favor que valoro mucho.La habitación familiar muy funcional, espaciosa, con armarios más que suficientes, nevera y microondas. Eso si, no hay ascensor, así que si vais con carrito de bebé os recomiendo que solicitéis planta baja para no tener que subir escaleras.


Las instalaciones del hotel están divididas en dos zona. La parte principal, con tres piscinas en las que cubre muy poco (Nachete, con 4 años podía moverse por las tres tranquilamente), el restaurante y la cafetería; y la parte de atrás, con la zona infantil propiamente dicha, con dos piscinas con toboganes y diversas atracciones para los niños, un minigolf, una zona de juegos de aventura, un parque infantil y la cafetería de noche con el escenario para los espectáculos. Ahí también se encuentran los clubes de los que dispone el hotel para niños y adolescentes desde los 2 años hasta los 17 años. 



Los menudos disfrutaron del Miniclub y el Babyclub. A partir de los 4 años los niños pueden quedarse en el Miniclub y hacer muchísimas actividades, Nachete estuvo una tarde y se lo pasó muy bien participando en los juegos, que se programan de acuerdo con la temática de cada día (Magos, zombies, Frozen...). Me sorprendió la exquisita atención de los animadores con los niños, ya que mi hijo apenas estuvo un par de horas con ellos y todos, absolutamente todos, le saludaban por su nombre.

El restaurante merece mención aparte. Comida exquisita y de calidad. Nosotros escogimos media pensión (desayuno y cena) y sigo acordándome de nuestros desayunos junto al mar y de las cenas en las que, de verdad, no sabía que elegir de lo apetitoso que resultaba todo. Cocina en vivo de carnes y pescado y rincones tematizados que variaban cada día (comida china, italiana, mallorquina, etc). Riquísimos el humus y la ensalada de cuscús. 

Por último, la oferta de espectáculo es de muy buena calidad. Tanto es así, que no nos fuimos ni una sola noche fuera del hotel. Los niños estaban encantados con el "teatro de noche". Alucinaron con el especial de "Frozen" y el Bubble Show. Les doy un 10. Los mejores espectáculos de todos los hoteles en los que he estado.



En conclusión, considero que este establecimiento tiene muy claro cuál es su público objetivo: los padres con sus hijos, y esto se traduce en un cuidado y mimo especial para que los niños estén bien, sin descuidar a los padres. Es un hotel de familias sencillo y de calidad, que ofrece todo lo necesario (incluso un pequeño supermercado) para no querer salir de ahí.Nosotros, con dos niños pequeños, apenas salimos, incluso para comer, la cafetería ofrece una carta con muchos platos para niños a precios muy asequibles. 

Todo el personal del hotel es muy atento y servicial (ya lo había leído en las críticas) y te encuentran soluciones para todo. Se nota el cariño y las ganas que le ponen a su trabajo. No es un hotel más, es un hotel para repetir, porque, a pesar de haber viajado con niños tan pequeños, me voy con la sensación de haber descansado y desconectado, que lo necesitaba y mucho. 

¡Gracias por cuidarnos así de bien! 







¡Nos volvemos cargados de grandes recuerdos para todo el año!

Valentina 

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